Presidentes Maduro y Trump piensan en lo que conviene a todos y no a «lobbys extremistas»
El ministro del Poder Popular para la Comunicación, Freddy Ñáñez, indicó este lunes que el Gobierno Bolivariano prevé impulsar una Agenda Cero con el Gobierno de los Estados Unidos (EE. UU.), particularmente después de que la oposición extremista venezolana demostrara estar integrada por un séquito de corruptos y estafadores, cuyo único interés fue el lucro personal, a través de la apropiación de fondos destinados por el país norteamericano para la supuesta «ayuda humanitaria». Así, indagó el titular ministerial durante su programa radial Cable a Tierra.
«A nadie tuvo que sorprender que el presidente Nicolás Maduro haya recibido una visita de los Estados Unidos de América, que vinieron a entenderse con los que están en Miraflores», declaró el ministro Ñáñez. Asimismo, indicó que aunque el presidente Maduro y su homólogo estadounidense, Donald Trump, persiguen sus respectivas doctrinas, perspectivas y filosofías, ambos «están pensando en lo que le conviene a todos y todas, no a lo que le conviene a lobbys extremistas».
Igualmente, caracterizó a la Agenda Cero como una tabula rasa que «resetea el histórico de las relaciones porque ha habido elementos, acontecimientos, hechos que, si nos quedamos allí, harían imposible, inviable, una relación diplomática, cordial y viable entre ambos países». En ese sentido, comentó que «debemos aupar a que esta agenda vaya por el camino virtuoso, del respeto y del equilibrio», acotó el titular de Comunicación.
Derrota definitiva de la oposición extremista
Respecto a la ultraderecha venezolana, Ñáñez explicó que «va a haber un gran viraje en la agenda que va a tener Donald Trump en este sentido», la cual afectará a esta «élite política», que generó un negocio turbio a partir de los migrantes venezolanos, quienes sufren de persecución y explotación en todo el mundo y «siguen siendo la carne de cañón de coyotes de la ultraderecha en toda la cadena de trata de personas», lamentó el también vicepresidente sectorial de Comunicación y Cultura.
Repudió las actitudes de este sector político, quienes creen que «ser de oposición te da la licencia para delinquir, hacer negocios oscuros y para vivir del subsidio de la USAID a través de empresas fantasmas y asociaciones civiles de supuestas ayudas», acotó Ñáñez.
«116 millones que evidentemente no fueron a ninguna ‘ayuda humanitaria’, y no tienen nada que ver con los migrantes y nada que tenga que ver con la legalidad, porque le daban tanto dinero a una cantidad de personeros que no hacen más que vivir de las mieles de estos fondos en Europa y Estados Unidos», añadió, en referencia al delincuente, Carlos Vecchio, quien se enriqueció con dicha cifra de fondos emitidos por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En este mismo tópico, rechazó las pasadas declaraciones del prófugo de la justicia venezolana, Julio Borges, quien en 2016 creó el estigma contra la migración venezolana, al declarar que esta era «un cáncer que iba a contagiar a otros países». «Se impone la realidad a los relatos, al deseo de un pequeño grupo, a las mentiras; la realidad no es otra cosa que el consenso explícito, tácito de los venezolanos de querer llevar su vida en paz, de entender que en el contexto democrático se pierde o se gana, pero no es para siempre», añadió Ñáñez.
«Este pequeño grupo, muy identificado con el fascismo en un juego de desgaste, mentiras y engaños, fue llevando a sus seguidores a un estado de ilusión que tocó tierra en su momento», explicó el ministro, quien sostuvo que la falsedad de esta narrativa se evidenció el pasado 10 de enero, cuando el prófugo Edmundo González alegó que las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio le fueron supuestamente robadas, y que realizaría una gira mundial para acumular fuerzas, y que «llegaría a Venezuela a mandar».
Nicolás Maduro, único presidente constitucional
Finalmente, este sector sufrió su derrota definitiva el pasado 10 de enero, cuando el presidente constitucional, Nicolás Maduro, tomara posesión del cargo para un tercer término, rindiera cuentas a la nación venezolana y comenzara a aplicar el Plan de las Siete Transformaciones (7T). «Tenemos paz y esa paz no es una victoria de una facción política, es la paz de las instituciones, del pueblo, de la gente que quiere seguir adelante y que quiere construir dentro de la Constitución todas las posibilidades para que existan cambios, transformaciones, mejoras de la vida real y concreta», así lo caracterizó.
«Efectivamente, el Gobierno de Venezuela está en Miraflores; quien gobierna en Miraflores es el presidente Nicolás Maduro por elección del pueblo venezolano, y ese es el único ciudadano autorizado y facultado por la Constitución para atender los asuntos internos y externos de Venezuela», concluyó Ñáñez.